jueves, 28 de noviembre de 2019

Robots artistas

Hoy en día, estamos viendo como los robots hacen prácticamente cualquier trabajo excepto los que están relacionados con el arte, ya que en este campo tienen mayor dificultad para desarrollar la creatividad.... ¿o eso era antes?


Pero, ¿y si te dijera que hay un robot humanoide que pinta cuadros? Os presento a AI-DA, un robot humanoide artista que expone sus cuadros en la Universidad de Oxford.

Esta robot humanoide se ha hecho famosa por haber logrado adquirir la destreza de pintar obras de arte con asombrosa calidad, y su nombre es en honor a una informática, matemática y escritora llamada Ada Lovelace. 
Aidan Meler, su creador, comenzó a trabajar en su diseño en 2017 en la Universidad de Oxford y ahora, después de concluir su periodo de aprendizaje, Ai-DA, es capaz de pintar un cuadro en 1h. Con pelo natural incrustado, piel de silicona y dientes fabricados en impresoras 3D, Ai-DA es mostrada al mundo como uno de los robots humanoide más avanzados. 

Sus trabajos han sido expuestos en la Universidad de Oxford, lugar en donde han habilitado el espacio "The Barn Gallery" para que éstos puedan ser visitados. 

La exposición se llama "Futuro sin garantías", título que expresa a la perfección el momento en el que nos encontramos frente a la Inteligencia Artificial 





¿Ai-DA vendió muchos cuadros? 


Las críticas recibidas por las obras presentadas han sido satisfactorias, ya que su estilo expresionista y el hiperrealismo con el que ha sido capaz de representar los retratos, ha sorprendido a más de un experto. 

Las ventas de sus cuadros han superado los pronósticos, y en apenas 15 días habían llegado al millón de euros. Con el dinero recaudado, han anunciado que lo van a invertir en seguir desarrollando a Ai-DA, que aparte de ser laborioso, es un proyecto excesivamente costoso. 
Aquí os dejo un vídeo por parte de Vodafone y El País, que nos da a conocer a esta "curiosa artista".

¿Puede ser este el fin de los pintores?

Afirmarlo sería excesivamente arriesgado. No obstante, el arte siempre ha estado expuesto a diferentes enfoques e influenciado por la pluralidad de las corrientes artística existentes en cada momento. De igual modo hay que reconocer que, el arte, históricamente ha transigido con las corrientes divergentes, y en estos momentos, apenas vislumbramos la punta del iceberg de la Inteligencia Artificial. 

Pero ahora, bajemos un poco más de esa perfección de robot que parece una mujer de verdad. Os doy a conocer a una máquina que pinta como Monet, y que además, borra sus pinturas si no son perfectas. Esta máquina es capaz de aprender sola y de incorporar a sus cuadros detalles de quienes le observan mientras trabaja.


Y es que este robot es capaz de pintar como si fuese un artista impresionista. Los ingenieros que lo han diseñado lo han programado para aprender y también para añadir a sus cuadros detalles de las personas que están a su alrededor. La máquina, que trabaja de un modo minucioso y concienzudo, es el resultado de la colaboración del banco francés Rosbank y del fabricante de tecnología japonés Hello Computer y ha sido presentada, con un gran éxito, en una muestra internacional en Rusia. 

Este enorme dispositivo, que cuenta con un brazo articulado que sujeta un pincel, lo impregna de pintura y realiza trazos sobre el lienzo, fue expuesto durante dos semanas en el parque Sokolniki de Moscú. Estaba centro de un gran cubo de vidrio y avanzaba en su tarea bajo la atenta mirada de los transeúntes. El invento era el resultado de muchos meses de indagación, creación de prototipos y desarrollo de soluciones en función de los problemas que iban apareciendo. Así se llegó a un programa informático que tiene la facultad de evolucionar como si fuese una persona. 


Prueba de esta propiedad es que, en una ocasión, tras acabar un dibujo, lo tachó porque no estaba satisfecho del resultado. Esta característica, más emocional que técnica, evidencia que en todo momento mantiene una actitud muy crítica ante la progresión de su labor. 

Pues bien, este robot fue instalado al exterior para pintar dos símbolos de la capital rusa:; los arcos del parque Sokolniki y la catedral de San Basilio. Las fotografías de estos dos iconos fueron cargadas en el sistema y él empezó a reproducirlas siguiendo un riguroso mapa de colores. Pero el método escogido todavía fue más complejo. 

Este robot, que tomó el estilo de Claude Monet (1840-1926), el artista que acabó dando nombre a uno de los movimientos más populares de la historia con su obra "Impresión", sol naciente (1872), incluyó un escáner que permitió que los curiosos que le observaron en plena acción se convirtiesen den coautores de sus cuadros. 
Os estaréis preguntando cómo, pues de una manera muy ocurrente: los tonos de su ropa fueron incorporadas a la paleta, con lo que estas representaciones ganaron en realismo, como destaca un portavoz de Hello Computer, Masim Yakhontov. 

En cifras, la máquina escaneó a 1.300 residentes, invirtió 40 horas de actividad constante, consumió dos litros de pintura y dio 20.000 toques de pincel en cada imagen. Sus promotores quisieron compartir esta experiencia a gran escala y llevaron el aparato a la Exposición Innoprom, en Ekaterimburgo. Igualmente, allí llamó la atención su interés por entregar lienzos impecables, es decir, por ir más allá del mero encargo y aspirar a la perfección. 

En buena medida, esta propuesta coincide con la de Patrick Tresset, quien combina robótica y dibujo. Por ejemplo, en la exposición Machine Studies, organizada en Londres, colocó una veintena de máquinas que consistían en una cámara y un brazo mecánico con un bolígrafo, todas ellas controladas por un ordenador portátil. Estos aparatos conversaban entre si valiéndose de un lenguaje inspirado en el código Morse y en los días de colegial de Tresset en Francia. 







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