miércoles, 27 de noviembre de 2019

Surrealismo

El surrealismo o superrealismo es un concepto que proviene del francés surréalisme. Se trata de un movimiento literario y artístico que busca trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional.
Surrealismo
El dadaísmo (que se opuso a la razón positivista y se rebeló contra las convenciones literarias burguesas) es el antecedente inmediato del surrealismo, cuyo primer manifiesto fue firmado por el poeta y crítico literario francés André Breton en 1924.
Los surrealistas persiguen la verdad mediante escrituras automáticas donde se omiten las correcciones racionales. Los escritos surrealistas se basan en la utilización de imágenes para la expresión de emociones.
El término surrealismo fue acuñado por Guillaume Apollinaire en 1917, cuando lo utilizó en el marco del programa que escribió para el musical “Parade”. Con el correr de los años, la noción experimentó diversos cambios y alteraciones.
Muchos han sido los artistas que se han convertido en auténticos referentes del surrealismo a lo largo de la historia. No obstante, entre todos ellos podríamos destacar, por ejemplo, al francés Marcel Duchamp que pasó a ser además un referente para el conocido movimiento pop. Entre sus obras más conocidas se encuentra “La fuente”.
De la misma forma, tampoco hay que pasar por alto al español Salvador Dalí. Uno de los mayores y mejores representantes del surrealismo es este que tiene quizás como obra más significativa aquella que lleva por título “La persistencia de la memoria”.
Man Ray, Meret Oppenheim o Masson también son artistas fundamentales a la hora de entender este movimiento artístico que se hizo extensible no sólo a la pintura sino también a otros campos. De esta manera, hay que subrayar que al cine llegó de manos de ilustres directores que marcaron un antes y un después en la historia de aquel.
En concreto, merece la pena destacar a insignes personajes como al español Luis Buñuel que, precisamente junto a Dalí, creó una película que se ha convertido en una producción de culto. Nos estamos refiriendo a “El perro andaluz” (1928).
En la literatura, por su parte, hay que subrayar a Pierre Naville o André Breton. Y mientras en las artes plásticas en general también se apostó de manera contundente por el surrealismo gracias a la influencia que pintores, escultores, cineastas y literatos estaban ejerciendo en todos los ámbitos de la vida.
El surrealismo, más allá de su apariencia irracional, adquirió conciencia política a partir de 1925, cuando estalló la guerra de MarruecosBreton, de hecho, se adhirió al Partido Comunista (PC).
Existieron, sin embargo, conflictos entre quienes sostenían que el surrealismo debía ser un movimiento puramente artístico y aquellos que impulsaban un giro del movimiento hacia la izquierda revolucionaria.
En cuanto al aspecto artístico, una de las principales innovaciones del surrealismo fue la técnica del cadáver exquisito, que consiste en la creación colectiva de un conjunto de imágenes o textos. Un artista comienza una obra y se la pasa a otro artista, quien la continúa sin mirar lo que hizo el creador precedente.

Exponentes del movimiento surrealista

André Breton (1896 – 1966)




Breton fue un escritor y poeta francés, considerado el padre del surrealismo. Sus escritos muestran ciertas características del dadaísmo, movimiento artístico que precedió al surrealismo y que sentó las bases para el desarrollo del surrealismo.
Entre sus escritos, destacan «Nadja» (1928), «¿Qué es surrealismo?» (1934) y» Manifiesto surrealista» (1924), obra que apoyaba la libre expresión y la liberación del subconsciente.

Salvador Dalí (1904 – 1989)




Dalí fue un pintor y escritor español. Es probablemente uno de los artistas más conocidos del movimiento. Entró a formar parte del círculo surrealista después del estreno de “Un perro andaluz”.
En sus pinturas, combinó elementos superrealistas e hiperrealistas, las cuales muestran una fuerte influencia de las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud. Entre sus obras destacan “La persistencia de la memoria” (1931) y “Cisnes reflejando elefantes”.


Frida Kahlo (1907 – 1954)




Frida Kahlo fue una pintora mexicana conocida por sus autorretratos. Su vida estuvo marcada por la enfermedad: a los 6, sufrió polio, enfermedad que dañó su pierna derecha y a los 18 años, sufrió un accidente automovilístico que hirió gravemente su columna vertebral y la pelvis. En total fue sometida a 35 operaciones, periodo en el que Frida Kahlo comenzó a pintar.
Sus pinturas están fuertemente influenciadas por la cultura mexicana y expresan el sufrimiento que tuvo que atravesar después del accidente, así como el daño físico y psíquico que este le generó.


Pablo Picasso (1881 – 1973)




Este pintor español destacó por sus esculturas y pinturas con influencias de varios estilos, entre ellos el surrealismo. También abordó la cerámica, el dibujo o el diseño de vestuario para piezas teatrales.
Pablo Picasso está considerado uno de los pintores más importantes del arte español del siglo XX por ser testigo de su tiempo. Su obras más importante «El guernica», representa la tragedia del bombardeo sobre el pueblo español de Guernica, expuesto hoy en día en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid.

Características del arte surrealista
  • El surrealismo se caracteriza por hacer representaciones del inconsciente, de fantasías y de sueños, así como de la irracionalidad
  • Este movimiento adentrarse en más profundos del pensamiento
  • Se apoya de una serie de técnicas que buscaban la libertad de creación y olvidando la razón.
  • Se crean imágenes erróneas de forma que una cosa u objeto puede interpretarse de diversas maneras dejado al espectador un tanto desorientado
  • La imaginación se utiliza como lógica.
  • Dentro del surrealismo podemos se da la fabricación de objetos, el ensamble de objetos y los collages.
  • El Forttage, que son dibujos creados con el roce de superficies rocosas
  • Utilizaban la técnica de “Cadáver Exquisito”, en donde varios artistas dibujaban diversas partes de un texto o una figura.
  • La inspiración se basaba en los pensamientos prohibidos y ocultos
  • Los artistas inventan universos figurativos propios.
  • El surrealismo abstracto enfatiza aspectos cromáticos, formales, estructurales de una obra, sin imitar modelos o formas naturales.
  • Se divide en surrealismo figurativo y abstracto.
LA REVOLUCIÓN DEL SURREALISMO
“El verdadero objetivo del surrealismo no era el de crear un movimiento literario, plástico, ni siquiera filosófico nuevo, sino el de hacer estallar la sociedad, cambiar la vida” (Luis Buñuel)
De Dada a Freud
Ver las imágenes de origenCuando la humanidad estaba poseída por el futuro de progreso que el Siglo de las luces anunciaba, Goya advertía que “el sueño de la razón produce monstruos”. Poco más de un siglo después, la Iª Guerra Mundial demostró el grado de barbarie, la magnitud de los demonios que albergada la moderna sociedad burguesa.
Y el arte se hizo vanguardia, no de sí mismo, sino de una nueva conciencia que impugnaba todos los valores, principios y jerarquías de un poder que ya era insoportable.
El dadaísmo dinamitó los candados, pegó una patada en la puerta y abrió nuevos horizontes antes prohibidos por decreto. Sin destrucción no puede haber construcción. Y la primera oleada de la vanguardia se lanzó al abismo, entregándose a una frenética carrera por pulverizar todo lo sagrado, todo lo que defendía o sustentaba el orden social.
En ese valiente e inabarcable empeño, insólito por su radicalidad en la historia del arte, el dadaísmo acabó devorándose a sí mismo. Pero de sus cenizas surgieron nuevas y más fructíferas vanguardias.
Sin el dadaismo jamás hubiera existido el surrealismo, el movimiento que convirtió las vanguardias en un fenómeno universal y popular.
El 1924, el Manifiesto del surrealismo, redactado por André Breton no esconde sus intenciones, afirmando que “el surrealismo pretendía ante todo provocar, en lo intelectual y en lo moral, una crisis de conciencia del tipo más general y grave posible”.
Buñuel, que se adhirió fervientemente al surrealismo, puso todas las cartas encima de la mesa afirmando que “todo aquello que no ataque a la sociedad y las instituciones no es surrealista”. Estableciendo, con una energía tan caótica y radical, que “nosotros, los surrealistas, quisimos una revolución del pensamiento que condiciona la vida humana. ¡Atacar el espíritu y no la materia! ¡Cambiar las bases sociales!”. «El surrealismo sabe que un nuevo mundo es posible, y que el arte puede ser una de las fuerzas que contribuyan a su nacimiento «
Y en ese camino, los surrealistas empuñaron un afilado cuchillo que permitió al arte liberarse de pesados fardos y adquirir otra mirada.
Freud había fundado una nueva ciencia, el psicoanálisis, destronando a la Razón del puesto de mando, rebelando la potencia del inconsciente, revelando la moral que domina nuestra conciencia busca castrar los deseos más íntimos de cada individuo para garantizar el orden social.
Gracias al psicoanálisis, los surrealistas descubrieron que el arte debía parecerse al sueño, despreciado por el pensamiento racional porque allí estaba la verdad que escapaba a la censura impuesta en la vigilia.
Es Buñuel quien nos desvela como este es el ariete que ha permitido al surrealismo una capacidad de conexión y expansión superior al resto de vanguardias: el surrealismo no hace más que animar la realidad corriente con toda clase de símbolos ocultos, de vida extraña yacente en el fondo de nuestra subconsciencia y que la inteligencia, el buen gusto, la mierda poética tradicional, habían llegado a suprimir por completo. Por eso es tan vital, está tan cerca de las fuentes primeras de la vida, del salvaje y del niño. Es una realidad auténtica sin deformaciones a posteriori”.
La vanguardia que nace de la revolución
Frente al dadaismo, cuya efímera vida es comparable a la de una llama que necesita consumirse para iluminar, el surrealismo es la corriente de las vanguardias que más perdurará y mayores efectos tendrá no solo en el arte sino también en la conciencia global de la humanidad.
Es el resultado de la unión entre la vanguardia y la revolución. El dadaísmo estaba poseído de un ansia destructiva del orden establecido, el surrealismo sabe que es posible transformar la sociedad, cambiar el mundo de base. La influencia de la Revolución de Octubre, el poderoso ejemplo de las vanguardias rusas alumbrando un arte que no aspire a reflejar la realidad sino a transformarla de raíz, serán decisivos.
El Segundo Manifiesto Surrealista proclama “nuestra adhesión al principio del materialismo histórico”. Y el órgano principal de los surrealistas pasa a llamarse “El surrealismo al servicio de la revolución”.
Luis Buñuel, que se afilió al Partido Comunista Francés, como otros muchos surrealistas, “confesaba” explícitamente que “la revolución surrealista luchaba por una revolución mundial, la «revolution totale» (…) Nosotros poníamos el surrealismo al servicio de la revolución proletaria mundial”.
El avance práctico de la revolución proporciona al arte un nuevo horizonte. Del nihilismo, revolucionario pero sin alternativa posible, del dadaismo, el surrealismo sabe que un nuevo mundo es posible, y que el arte puede ser una de las fuerzas que contribuyan a su nacimiento.
Esto proporciona al surrealismo una radicalidad todavía mayor que el dadaismo, porque a la provocación contra todo lo establecido y su voluntad de destruirlo une todo un mundo por conquistar.
Y al mismo tiempo, una creatividad artística y una capacidad de conexión con la sensibilidad social que sigue ejerciendo una extraordinaria capacidad de atracción y fascinación.
España, capital del surrealismo
París será el escenario donde el surrealismo se presente ante el mundo. Pero si preguntáramos, en cualquier país del mundo, cuáles son los artistas surrealistas más relevantes, todos mencionarían a Lorca, Dalí y Buñuel.
España, a principios del siglo XX un país de segundo o tercer orden, se coloca a la cabeza de la cultura universal. Casi nunca ha sucedido, los grandes centros irradiadores de cultura se corresponden con las potencias dominantes. Pero el carácter revolucionario de las vanguardias, y los efectos de la debilidad de las potencias que dominaban en España, como Inglaterra o Francia, permitió que se expresaran las enormes potencialidades de la sociedad española, también en el terreno artístico.

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