lunes, 18 de noviembre de 2019

El hacker y el hacktivismo

EL HACKER Y EL HACKTIVISMO

¿Qué es el Hacktivismo?
Entonces ¿qué es el hacktivismo? Pues bien, no es más que una forma de protesta realizada por aficionados o profesionales de la seguridad informática (Hackers) con fines reivindicativos de derechos, promulgación de ideas políticas o quejas de la sociedad en general, haciendo uso de los fallos de seguridad de las entidades o sist  emas gubernamentales. Es decir, surge como un nuevo fenómeno cuya base ideológica es el intercambio y apertura del conocimiento y la vulneración de derechos de propiedad intelectual que aprisionan el desarrollo del conocimiento.

Así, motivados por un fin político o social aparecen los hacktivistas, que de forma personal o colectiva  llevan a cabo acciones contra la seguridad de los sistemas para escribir códigos que promuevan ideologías políticas, libertad de expresión, derechos humanos y ética de la información, es decir pretenden producir resultados similares a los de cualquier otra forma de activismo social, como las protestas o la desobediencia civil.
https://revistadigital.inesem.es/informatica-y-tics/hacktivismo/


Podemos decir que hacker es alguien que vive y respira informática, que sabe todo sobre ordenadores, que consigue hacer todo lo que quiere con su ordenador.
Un hacker tiene más de artista que de delincuente. Pese a que algunos emplean sus conocimientos con intención dolosa, existe en la comunidad de hackers un código de comportamiento, una ética, que defiende que compartir información es el mayor bien de todos.
Internet también es un foro de libre acceso en el que intervenir artísticamente, por ejemplo, permite crear al artista un perfil de un personaje ficticio solo con una cuenta de correo electrónico o una página web.
Cogido del libro arte y tecnología de Taschen

Desde mediados del siglo XX, la literatura, el cine y el arte han concedido una atención cada vez mayor a la vigilancia y el control. La vigilancia institucional y la vulneración de la privacidad han sido un tema recurrente en la obra de los artistas de las nuevas tecnologías. Demonstrate (2004), de Ken Goldberg, por ejemplo, emplea una cámara de vídeo robotizada y una página interactiva en Internet para permitir al público observar la actividad en la Universidad de California, y más concretamente en Berkeley, donde en los años sesenta se inició el movimiento por la libertad de expresión. La vigilancia ha dejado de ser una mera tecnología de control militar y policial para convertirse en una forma de entretenimiento.


Existe un gran número de artistas que trabajan por libre y mantienen una presencia internacional y un público global sin tener que recurrir a la ayuda de galerías, museos u otras instituciones. Muchos de ellos recelan del mundo artístico, de la comercialización del arte y de la economía de mercado en general. En lugar de comprar y vender, esta comunidad artística prefiere intercambiar gratuitamente las piezas a través de páginas web, listas de correo electrónico, espacios alternativos y otros foros. Esta característica es similar al modo en que se distribuye el software de código abierto.
https://netartblog.wordpress.com/2015/12/18/hacktivismo/

KEVIN MITNICK: EL ARTE DEL ENGAÑO

Fue el hacker más buscado por el FBI en los 90 y considerado una amenaza para la seguridad de EE.UU por haber asaltado los sistemas informáticos de gobiernos y grandes empresas. ¿Cómo un perseguido por la justicia se transforma en uno de los asesores más importantes de la Casa Blanca?
Su último arresto se produjo el 15 de febrero de 1995, tras ser acusado de entrar en algunos de los ordenadores más seguros de los Estados Unidos.2​ Ya había sido procesado judicialmente en 19811983 y 1987 por diversos delitos electrónicos.
El caso de Kevin Mitnick (su último encarcelamiento) alcanzó una gran popularidad entre los medios estadounidenses por la lentitud del proceso (hasta la celebración del juicio pasaron más de dos años), y las estrictas condiciones de encarcelamiento a las que estaba sometido (se le aisló del resto de los presos y se le prohibió realizar llamadas telefónicas durante un tiempo por su supuesta peligrosidad).
Tras su puesta en libertad en 2002, Kevin Mitnick se dedica a la consultoría y el asesoramiento en materia de seguridad, a través de su compañía Mitnick Security (anteriormente llamada Defensive Thinking).
La vida de Kevin Mitnick y, en especial, la persecución que condujo a su captura en 1995, han dado lugar a multitud de libros y otro material de ficción. De entre todos destaca la novela Takedown, que relata su último arresto, y de la cual han sacado una película con el mismo título, Takedown, en el año 2000.
Otra novela algo menos conocida es The Fugitive Game, escrita por Jonathan Littman. En ella también se narran los hechos acontecidos los últimos años antes de su arresto, aunque desde una perspectiva más intimista y no tan enfocada al autoelogio por parte de los captores como la anterior.




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