Suprematismo es una tendencia artística que surge en Rusia alrededor de 1915 que propone
la abstracción geométrica y el arte no figurativo buscando la supremacía de la
nada y la representación del universo sin objetos.
El Suprematismo surge de manera paralela al constructivismo, en forma de
rechazo al arte convencional adentrándose en la búsquedad de la pura
sensibilidad en la geometría, recurriendo para ello a módulos geométricos
particularmente el cuadrado, triángulo, rectángulo y el círculo así como una
reducida gama de colores como el blanco y el negro.
El fundador de este movimiento fue el artista Kasimir Malevichquien
promovía la abstracción, una nueva visión del arte, no figurativo y
compuesto por formas geométricas y colores puros; utilizando el término
suprematismo para referirse a su teoría y producción artística elaborada en
forma de manifiesto.
En dicho manifiesto anunciaba el nacimiento de una nueva pintura,
cuyo fundamento establecía la “pura no objetualidad”; en donde el arte ya
no dependía de la representación de los objetos de la naturaleza, sino que era
algo puro, sin contenido alguno, siendo sólo forma y color.
Los suprematistas simplifican, ordenan todo, reducen los colores y,
así, quizás los espectadores de una obra nos olvidemos que estamos ante una
representación, sino ante todo el universo reducido en un cuadrado.
El suprematismo promueve el gusto por la abstracción geométrica y el arte
no figurativo. Para ello los suprematistas buscan la “supremacía formal” en la
representación de un universo visual poblado por formas geométricas puras. De
esta exención se desprende que el suprematismo rechace el arte convencional y
se adentre en la búsqueda de la pura sensibilidad en la geometría; hasta caer
en una abstracción casi insuperable y simple. Para los artistas suprematistas
lograr esto, debían suprimir todo lo expresivo y anecdótico que se hallaba en
las producciones abstractas. En consonancia con ello este movimiento propició
una nueva modulación de las formas y sus concepciones plásticas, gestando
producciones artísticas que, para ese entonces, segunda década del Siglo
XX, gestaron nuevos conceptos sobre las “formas puras y absolutas”
en diálogo con la plasmación de atractivas armonías sencillas.
Paisaje con cinco
casas, 1928-29.
El suprematismo, que comienza hacia 1915, fue una vanguardia artística
desarrollada en Rusia y que tuvo como telón de fondo las turbulencias de la
Primera Guerra Mundial y la revolución de ese país ante el régimen zarista, que
concluye tiempo después con la instalación de la Unión Soviética. Este movimiento artístico fue acelerado por la
revolución, ya que se concedió al arte un rol social importante, los artistas
revolucionarios opuestos al viejo régimen propusieron un nuevo arte vinculador
con las nuevas ideas revolucionarias. Las vanguardias rusas alcanzaron su mayor
momento creativo y de popularidad durante esta época y marcaron el nacimiento
de un nuevo país con una ideología propia que se reflejó en sus artes y a raíz
del nuevo estado que patrocinaba: el realismo socialista.
La pintura suprematista “Cuadrado negro sobre fondo blanco”, a la
que el propio Malevich calificara como “icono desnudo enmarcado”, supuso la
ruptura total y definitiva con lo anecdótico y narrativo que en múltiples
referentes del arte abstracto se encubría; propiciando así un discurso
netamente plástico y formal. El suprematismo marcó el punto cero de la
reducción objetiva, conciliando junto al uso del cuadrado, las formas
geométricas del triángulo, el círculo, el rectángulo y la cruz; formas estas a
las que dotó con carácter estructural, elemental y reduccionista.
Kazimir Malévich (1878-1935) tras estudiar arte en una academia privada en Moscú,
realiza sus primeros cuadros inspirándose en el estilo impresionista para luego
evolucionar hacia un primitivismo fauvista. Adquiere más tarde una notoria
tendencia cubo-futurista tras conocer esas vanguardias durante sus viajes;
adopta la fragmentación formal del cubismo combinada con la multiplicación de
la imagen que propuso el estilo futurista.
Sobre estas
líneas, Autorretrato, 1933. Arriba, Deportistas, 1930-31.
Todas las obras de Kazimir Malévich, procedentes de la Colección Museo
Estatal Ruso de San Petersburgo y que forman parte de la exposición de la
Colección del Museo Ruso San Petersburgo Málaga.
La creación de un nuevo movimiento artístico responde al ánimo general que
se dio a principios del siglo XX en donde los más importantes filósofos,
poetas, pensadores y artistas de la época se encontraban reflexionando sobre el
universo, el cosmos, el lugar del hombre en la Tierra y el espacio celeste. En
este contexto, Malévich propone la supremacía de la sensibilidad pura de formas
sencillas en las artes y con este objetivo funda el movimiento suprematista a
modo de respuesta ante esta corriente reflexiva. La obra con la cual inaugura
ese estilo fue “Cuadrado negro sobre fondo blanco” en 1915. Sus siguientes
obras se alternaron entre la austeridad absoluta de las formas como la “serie
negra” y otras de mayor dinamismo y color. Para el año 1918, Malévich realiza
su obra más austera, “Blanco sobre fondo blanco”, periodo tras lo cual abandona
su carrera como artista para dedicarse a la enseñanza y a la escritura.
El legado de Malévich se pone de manifiesto con la posterior evolución del
arte abstracto europeo, en el desarrollo del diseño gráfico.
La primera manifestación en la pintura de Malévich “Cuadrado negro sobre
fondo blanco” de 1913.
“Cuadrado negro sobre fondo blanco” de Malévich 1913
Fue hasta el
año de 1915 en Moscú que se muestra la primera exposición del Suprematismo
mostrando cuadros como el Cuadrado Negro y el Cuadrado rojo.
El Cuadrado
Negro y el Cuadrado rojo
El Lisitski (1890-1941) fue diseñador, fotógrafo, tipógrafo y
arquitecto. Su figura fue una de las más influyentes de la vanguardia rusa, y
contribuyó al desarrollo del suprematismo de la mano de Malévich, quien fuera
su mentor. Fue rechazado en 1909 por la Academia de Arte de San Petersburgo y
se fue a Alemania, donde estudió arquitectura, y viajó por Europa, en especial
por Francia e Italia, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial le hizo
regresar a su país. Más tarde, diseñó numerosas obras para la Unión Soviética y
estuvo profundamente marcado por las agitaciones sociales, políticas y
artísticas de su contexto. Su estilo influyó sustancialmente en los movimientos
Bauhaus, constructivismo y De Stijl. Su experimentación con técnicas de
producción y recursos estilísticos influenciaron el diseño del siglo XX.
Lisitski adhiere completamente a las ideas de Malévich sobre el
suprematismo —que conoce en pleno desarrollo durante la estadía de ambos,
por invitación de Marc Chagall, en la Escuela de Arte de Vitebsk como
profesores— y le ayuda a desarrollarlo. Bajo el contexto de la revolución rusa
nacen sus obras más emblemáticas, con el objetivo de reemplazar el sistema
capitalista por esquemas democráticos y alcanzar una sociedad igualitaria.
Globetrotter (in time), 1923.
Lisitski va más allá de la influencia suprematista y
desarrolla un concepto propio denominando sus obras como Proun, ellas se
tratarían de composiciones abstractas, realizadas con la finalidad de
transformar el espacio vivencial, jugando con la naturaleza abierta,
polidimensional y aperspectiva; Proun serán obras que representan el paso
intermedio entre arquitectura y pintura; en sus palabras: "El Proun tiene
la fuerza de crear objetivos. En esto consiste la libertad del artista frente a
la ciencia". Esta propuesta de investigación reflexiona sobre cómo sacar
la pintura al espacio, eliminando el soporte y obligando al espectador a
recorrerla con la mirada.
Un ejemplo de Proun es la obra Globetrotter (o
trotamundos) realizada el año 1923. En ella observamos los principios básicos
del suprematismo, pero además se agrega una sensación de volumen en el espacio
compositivo. En el centro del espacio se entrelazan las figuras geométricas,
fusionando la realidad del arte abstracto con la construcción arquitectónica.
Los suprematistas se agruparon en torno a la figura Kasimir Malevich, en un
grupo denominado Supremus, entre ellos se encuentran Liubov Popova, El
Lissitzky y Alexander Rodchenko.
Esta sociedad de artistas no seguía estilos tradicionales de la pintura ni
trasmitían mensajes sociales, debían suprimir todo lo expresivo y anecdótico
que se hallaba en las producciones abstractas. Sin embargo, con el paso del
tiempo fueron aumentando su colorido y composición.
“Para mí se hizo evidente que había que crear nuevos marcos para la
pintura en colores puros, construidos por exigencia de los colores; y, en
segundo lugar, que el color debería abandonar la mezcla pictórica y convertirse
en un factor independiente, que se incorpora a la construcción como un
individuo de un sistema colectivo y de la independencia individual.”
Kazimir Malevich
La muerte de la pintura – Alexander Rodchenko, 1921
Características del Suprematismo:
·
Arte no descriptivo intentando representar la nada, que viene a
ser representarlo todo
·
Tendencia artística que derivada del Cubismo y relacionada con el
Neoplasticismo
·
Caracterizado por emplear fondos neutros principalmente blancos,
·
Abstracción de las formas reducidas a triángulos, cuadrados, la cruz y el
círculo
·
Buscaban una abstracción total del mundo sin objetos, por encima de todo
fin materialista, práctico, ilusionístico, descriptivo o social.
·
Pintura suprematista desvinculada de la naturaleza, creando una realidad
totalmente original
·
Plasmación de armonías sencillas con formas puras y absolutas
·
Gama de colores reduciday contrastantes como el rojo, negro, azul, blanco y
verde
·
El punto de fuga no se ubica sobre el horizonte, sino sobre el infinito
·
Las obras presentan sensaciones de movimiento y velocidad
·
Los suprematistas simplifican, ordenan todo, reducen los colores
·
Intentaban que los espectadores de una obra olvidarán que estaban ante una
representación, sino ante todo el universo reducido en un cuadrado.
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