martes, 10 de diciembre de 2019

Teoría del actor red

Teoría del Actor-Red

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Viñeta introductoria al libro "Re-ensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red"
La Teoría del Actor-Red, conocida como ANT (por su sigla en inglés Actor-Network Theory), Sociología de la traducción u Ontología del Actante-Rizoma, es un enfoque sociológico característico de teoría social y de investigación originado en el campo de los estudios sociales de la ciencia en los años 1980. Fue iniciada por Bruno Latour, Michel Callon y otros investigadores del Centro de sociología de la innovación de Mines ParisTech, en Francia. También han colaborado en su elaboración investigadores anglosajones como John Law, Arie Rip, Susan Leigh Star y Geoffrey Bowker.


¿Qué es la teoría del actor-red?
La teoría del actor-red[2] -fundada y difundida, entre otros, por Bruno Latour- trata de describir la acción conjunta, inextricable, de los seres humanos y de las tecnologías. Es una teoría de la acción y de la estructura social que integra -sin separar a priori-personas y máquinas (o artefactos técnicos), y, por tanto, no distingue entre “lo social” y lo “no-social”. Y es, al mismo tiempo, una teoría sobre el movimiento de montaje o ensamblaje de los elementos de la sociedad que llevan a constituir conjuntos y colectivos. Se entiende, desde esta teoría, que el movimiento de ensamblaje de la sociedad, y de las acciones de los seres humanos, es un continuo en el que tecnología y personas se alían y se funden.
Latour reclama, en consecuenica, un nuevo punto de vista sobre las sociedades humanas que sea capaz de describir el movimiento constante de ensamblaje que se produce en el escenario sociológico y tecnológico: “the social is further detected through the surprising movements from one association to the next; those movements can either be suspended or resumed; when they are prematurely suspended, the social as normally construed is bound together with already accepted participants called ‘social actors’ who are members of a ‘society’; when the movement toward collection is resumed, it traces the social as associations through many non-social entities which might become participants later; if pursued systematically, this tracking may end up in a shared definition of a common world, what I have called a collective; but if there are no procedures to render it common, it may fail to be assembled” (p. 257).
Tecnologías y personas
Según José van Dijck, la teoría del actor-red “aims to map relations between technologies and people an tries to explain how this relations are both material and semiotic”. De este modo, la teoría del actor-red ofrece “the analytical armamentarium necessary to understand both the technology itself and the integration with human interaction” -Van Dijck, J., (2013:27).
Lo que diluye este enfoque es la antigua visión de la tecnología como mero instrumento de una acción humana pre-existente. Por el contrario, propone una visión integrada. No se puede comprender la acción humana sin entender cómo ésta viene modificada, condicionada y posibilitada por una tecnología que, al mismo tiempo, es cambiada y alterada –en un flujo continuo- por la misma acción de las personas.
Así pues, el nuevo agente social es un híbrido de relaciones y sustancias entre seres humanos, máquinas, lenguajes, semióticas y programaciones.
El momento de la teoría del actor-red
¿Por qué en los últimos tiempos la teoría del actor-red está siendo tan influyente en las ciencias sociales y en el estudio de la comunicación?
Las causas son diversas. La primera de ellas tiene que ver con la epistemología y con la absoluta y, al mismo tiempo, vieja necesidad de disponer de enfoques holísticos y organizados ante un escenario social tan complejo y difícil como el actual.
Cuando la variedad de fenómenos, procesos y situaciones es tan amplia, solo las teorías que son capaces de organizar una visión sistémica y, a la vez, integradora, pueden ser útiles.
Ver las imágenes de origenEn este sentido, la teoría del actor-red se basa en los principios de la epistemología estructural y reconoce la importancia de la noción de sistema, por la cual, un elemento concreto e individual no tiene significado si no se entiende en el conjunto de relaciones que contrae con otros elementos del contexto. Aquí, por tanto, la teoría del actor-red guarda estrecha relación con el estructuralismo, la teoría de sistemas e, incluso, con la teoría de las formas emergentes o de la Gestalt.
Por otro lado, tiene que ver con el desarrollo de las ciencias sociales y humanas que se han apoyado recientemente en las teorías de las redes. Hace casi dos décadas que este enfoque ha cobrado fuerza en el análisis de la sociedad[3]. Esta aproximación, de la cual forma parte el punto de vista de Latour, ha venido explicando – desde hace décadas – la sociedad en términos de relaciones reticulares y de conjuntos estructurados. En ella han confluido y confluyen desde la teoría de la Gestalt hasta el estructural-funcionalismo, pasando por la sociometría, la teoría de los grafos, la antropología cultural y muchas otras aproximaciones a los fenómenos que subrayan la idea de estructura y sistema.
Finalmente, se trata de un fenómeno comunicativo. Es Internet y su impacto en la comunicación lo que ha dado fuerza y visibilidad al fenómeno de estructuración en forma de red. Los medios ya no son de diseminación y masificación, sino complejas estructuras de redes que se articulan y se solapan unas a otras, imbricándose continuamente.
De modo que el terreno se halla abonado para avanzar en un enfoque de análisis que trate de reunir en un mismo plano la comunicación en red, la generación de estructuras y de conjuntos holísticos, la inseparabilidad de la acción humana y no humana, el rol creciente de los artefactos tecnológicos y las infraestructuras derivadas y los lenguajes de programación, las normas, códigos y reglas sociales y hasta las semióticas sociales los discursos. Y es esto lo que, precisamente, pretende amparar y recoger organizadamente la teoría del actor-red.
Un nuevo marco conceptual
Desde nuestro punto de vista, la teoría del actor-red – aparte de las consecuencias epistemológicas que presente- su gran aportación en la actualidad tiene que ver con la construcción de un modelo conceptual necesario en la teoría de la comunicación contemporánea. En estos momentos, tenemos necesidad de describir y explicar cómo los nuevos medios –redes, programas, plataformas, tecnologías, lenguajes, competencias, etc.- organizan la acción social y las relaciones humanas –y de todo tipo-. Necesitamos un marco conceptual que pueda dar cuenta del continuo movimiento de reticulación, ensamblaje y organización que se produce con los nuevos medios. Y requerimos que este marco sea global, explicativo y sostenga la idea de conjunto.
En este sentido, como explicaba Mongily, muchos conceptos de la teoría del actor-red pueden resultar muy útiles: el concepto de infraestructura tecnológica y su constitución, el de construcción que le es asociado, el de programación y codificación, el de resonancia, etc. Todos ellos, debidamente combinados pueden servir para explicar la reconfiguración constante –a nivel micro y macro- de sistemas de comunicación en que, como diría McLuhan, lo imporante no es ya el contenido, sino el medio entendido como escenario tecnológico de transformación y de existencia social.
Así parecen haberlo entendido –hagan o no mención a la citada teoría- quienes reivindican el papel fundamental que tiene hoy en día las redes y las conexiones. Desde la teoría de las redes hasta el conectivismo, pasando por el constructivismo, la semiótica, la antropología cultural o la economía política… O autores tan diferentes como Castells, Downs, Siemens, Van Dijck, Jenkins, Alex Pentland o Christian Fuchs, entre otros.
Una oportunidad, pues, para la conceptualización de los fenómenos socio-tecnológicos en términos de actores-red.
Conceptos de la Teoría del Actor-Red

Categorías de ANT
  • Actantes: término neutro para denominar cada elemento que infiere en una red; entidades no diferenciadas por ser personas o artefactos, objetos o cualquier forma física o intangible que dialogue en un colectivo.
  • Colectivo: conjunto de múltiples actantes que interaccionan y consiguen aportar una definición compartida para un mundo común.
  • Descajanegrización: se aborda la importancia de que todos los actantes que forman parte de un proceso, es decir no estudiar simplemente el producto terminado, sino también el cómo se ha llegado hasta él [anacoluto, frase ininteligible]. En el laboratorio por ejemplo, a esto se refiere la idea desarrollada como seguir a los investigadores en el proceso constructivo, observando las negociaciones y los actantes que participan en este proceso.
  • El quehacer científico se caracteriza por las referencias circulantes. Los científicos no crean la realidad ni describen algo que "está ahí". Lo que hacen es crear sistemas de referencias (podríamos decir aproximadamente, "representaciones") que permiten referirse a un fenómeno generando un esquema descriptivo. Estos esquemas, que una vez consolidados sirven de base a la creación de nuevas representaciones, permiten transitar entre el fenómeno y sus sucesivas representaciones, en ambos sentidos, y son parte fundamental del campo de operación de las disciplinas.2
  • La estructura social no es un sustantivo sino un verbo. La estructura no es independiente de la sociedad que sustenta, sino que a la vez genera y regenera. "Ninguna versión del orden social, ninguna organización, y ningún agente resulta jamás completo, autónomo y final" (Law, 1992: 385-386).
  • Rompe la dicotomía micro y macro: propone seguir y examinar a los actores y productos de la tecnociencia en el momento mismo de sus acciones.
  • Rompe la dicotomía dimensión social-dimensión cognitiva: la sociedad es producto de un entramado de relaciones heterogéneas.
  • Los elementos sociales en el pensamiento social no son dimensiones causales, son otro producto de las interacciones entre los actores. Por lo tanto son un problema, no una solución.

Críticas a la Teoría del Actor-Red

  • A la ANT se le ha acusado de deshumanizar a los humanos cuando los iguala a los actores no-humanos.
  • Se ha cuestionado acerca del mismo nombre de la teoría siga haciendo referencia a aquello que se pretendía superar. "Actor" es humano masculino.
  • Esta teoría no resulta muy útil a la hora de estudiar fenómenos por su bajo nivel de concreción. Es decir, la conceptualización de red y de que los actantes no pueden excluirse de las explicaciones puede llevarnos a perder el foco original. Complejiza excesivamente el fenómeno, lo cual dificulta su estudio. Para llevarlos a término de aplicación, no deja claro el punto donde se debe incidir.
Determinismo social vs determinismo tecnológico
Desde las corrientes del determinismo tecnológico la tecnología constituye el agente causal más importante en los cambios sociales a lo largo de la historia; el cambio tecnológico es lo que determina el cambio social. En el lado opuesto, el determinismo social considera la tecnología como una construcción en el sentido amplio pero sin ningún tipo de agencia ni autonomía, siendo la sociedad la única causa de los cambios sociales.
Ambos determinismos tienen una formulación dura y una blanda; la dura dice que la influencia de la tecnología o la sociedad, en cada caso, es suficiente para explicar el cambio social y la blanda apoya que la influencia es mayor, pero que hay en juego otros factores. En cualquier caso, podemos llamar a estas formulaciones reduccionistas.
En contraposición a estas formulaciones encontramos otras holísticas, que concluyen que un fenómeno no se puede partir en partes, si no que es precisamente el estudio en conjunto lo que permitiría una mejor aproximación al fenómeno social. Este es el caso de la ANT, mientras que para el socioconstruccionismo, la tecnología es vista como un producto de, desde y para la sociedad, pues se entiende la tecnología cómo una construcción social que cubre necesidades sociales.
La Teoría del Actor-Red sigue la trayectoria iniciada por el construccionismo social. Ambos están de acuerdo en que los trabajos que se llevan a cabo desde la tecnociencia no son sino prácticas objetivadoras para presentar como naturales diferentes objetos de conocimiento. Pero además, la ANT se distancia de la corriente socioconstruccionista al poner en evidencia que ésta reifica una base de lo social en sus explicaciones. La ANT considera la tecnología no sólo como una construcción social, sino fruto de un entramado sociotécnico, es decir, detrás de cada elemento tecnológico encontraríamos un sinfín de personas, procesos, elementos, artefactos, es decir actantes que han posibilitado una determinada tecnología y no otra. Por esto entendemos que la ANT se basa en el concepto de simetría generalizada. La tecnociencia produce objetos híbridos que pertenecen al campo de lo social y de lo natural. Son entramados relacionales de entidades que adquieren su significado individual en las totalidades con sentido que conforman.

Sobre la denominación
El propio Latour (1999), uno de los padres de la ANT, siguiendo a Mike Lynch propone que la ANT tendría que haberse llamado Ontología del Actante-Rizoma. Los ensamblajes o articulaciones proponen un desplazamiento de la perspectiva a la ontología. El término "Actor" es precisamente uno de los términos de lo que se quiere huir, por su tradición de vinculación a lo humano. Desde el principio se intentó trabajar con el término "actante", ¿por qué mantenerlo en el nombre de la teoría?, además ¿porqué "actor" y no "actriz"? Nos encontramos con un sesgo androcéntrico. Por último el concepto red tiene muchos sesgos de jerarquías, por ello se propone el concepto "rizoma" a través de la tradición de Deleuze y Guattari (1988) (principios de conexión y heterogeneidad, principio de multiplicidad,...) un concepto que tiene mucho más que ver con el gran número de actantes descentralizados que pueden llegar a influir en la producción de conocimiento.
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La fuerza de la Teoría del Actor-Red en la actualidad
Según Pérez Tornero, la vigencia de la Teoría del Actor-Red es propiciada por las características del mundo contemporáneo: “necesitamos un marco conceptual que pueda dar cuenta del continuo movimiento de reticulación, ensamblaje y organización que se produce con los nuevos medios. Y requerimos que este marco sea global, explicativo y sostenga la idea de conjunto”.3
Con ello relaciona la potencialidad explicativa de la teoría del actor-red como una forma de abordar la sociedad que propone puntos de vista mucho más certeros, teniendo en cuenta el inmenso impacto de Internet en la comunicación, que intrínsecamente “ha dado fuerza y visibilidad al fenómeno de estructuración en forma de red”. En este contexto, donde la concepción de interrelación es mucho más explícita, la teoría del actor-red consigue identificar en un mismo nivel y a la vez unificar los artefactos tecnológicos con lenguajes de programación y actos humanos, todos ellos actantes en conjuntos holísticos.
La fuerza de esta teoría reside también en la aplicación parcial o total, explícita o encubierta, de sus fundamentos en teorías de otros autores que “reivindican el papel fundamental que tiene hoy en día las redes y las conexiones”. Tal como indica José Manuel Pérez Tornero, éstas pueden ser el conectivismo, el constructivismo, la semiótica, la antropología cultural o la economía política.

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