sábado, 7 de diciembre de 2019

Archigram - Ciudad futura

archigram, metabolismo y fabula de la ciudad futura (I



Ron Henron (Archigram), Walking city in New York, 1964 | Ron Herron, The Instant City, 1969

La ciudad también metaboliza la ideología retrofuturista a través de un ingestión de la sociedad-pop y una escapada a la vanguardia, caso en el que el colectivo inglés Archigram instruye, más que un proyecto arquitectónico materialista, una fábula crítica sobre la sociedad contemporánea en un momento en que la modernidad institucionalizada tras la II Guerra Mundial omite de su registro arquitectónico oficial la salida a superficie del consumo de masas vinculado al tránsito de una cultura industrial a otra que empezaba a atenerse a un funcionamiento basado en la electrónica. Ese es al menos uno de los motivos preferentes de su análisis al considerar en el centro de su discurso visual la narración de un futuro organizado como ficción.

Desde su aparición a comienzos de la década de los 60, la arquitectura de Archigram se abastece de lo imaginario para contrarrestar la arquitectura funcionalista y organizar un collage hipotético de la sociedad tecnificada. No se trata tanto de construir un modelo viable de arquitectura futura como de exteriorizar la imposibilidad de alcanzar el futuro en los términos propuestos por el urbanismo procedente de escuelas como la Bauhaus, hecho que les llevaría a utilizar toda clase de material pop como fondo arqueológico de sus propuestas para difundirlas después en viñetas, posters, collages y otras formas de inventivas atribuibles a los mass media. Como veremos en otras entradas, algo parecido llegaría a ocasionarse en el ámbito de la moda con la aparición en 1964 de la colección que André Courreges diseñaría bajo el patronaje vanguardista, o lo que es lo mismo: una nueva manera de representación en moda forzada a salirse del determinismo del propio sistema de la moda. No cabe duda de que Archigram va mucho más lejos en su exposición de lo hipotético, tal vez porque la argamasa sobre la que se sostiene infringe las expectativas reales de la época, es decir, lo imaginado por mediación de los descubrimientos técnicos existentes.



Peter Cook (Archigram), Plug-In City, 1964 | Buckminster Fuller, Proyecto para Manhattan, 1962

En ese sentido, los miembros de Archigram establecen un eje vinculante entre una futurística imposible y la visión de una sociedad reciclada tecnológicamente. Sus referentes atestiguan la voluntad de romper con los modelos preestablecidos por el tiempo presente: por un lado, las vanguardias históricas les permiten concentrarse en el modelo expresivo que en teoría iba a precipitar la caída de las estructuras sociales decimonónicas, por otro la ingeniería y arquitectura de Richard Buckminster Fuller les ofrece una síntesis del hecho utópico y la capacidad de visualizar una hipótesis. El proyecto Plug-In City, diseñado en 1964 ante la preocupación por la congestión de la masa urbana, procura la conexión entre utopía y tecnología en una megaestructura ordenada para encajar módulos individuales. Sus premisas fundamentales, que podrían haber sido encaradas desde el dramatismo, refuerzan la tendencia a romper el engranaje de la ciudad, Pero el acercamiento de Archigram a las utopías tecnológicas se aleja de la gravedad iconográfica de otros modelos para resarcirse en los organigramas de la cultura pop, tal como lo fueron publicando en la revista del grupo, Archigram Magazine.

En la teoría social, la Internacional Situacionista ya había utilizado el collage y el panfleto como medio de difusión. Otro antecedente, también originado desde la arquitectura, lo encontramos en la publicación, en 1944, del manifiesto What is a House? escrito por John Entenza, Buckminster Fuller y otros arquitectos en favor de la aplicación de la tecnología de guerra para resolver el problema de la vivienda en la posguerra. Herbert Matter diseñó los montajes para anunciar el manifiesto desde la óptica constructivista. Archigram, sin embargo, va más lejos en su utilización de lo gráfico (Continuará)





¿Qué es archigram?
Ver las imágenes de origenEl grupo arrancó en 1961 con un magazine precario y experimental llamado Archigram (Architecture + Telegram). Se entregaba en mano a los estudiantes de arquitectura por nueve peniques. En él daban rienda suelta a ideas, conceptos y proyectos utópicos. Su discurso se inspiraba en el pop, el hippismo, con las cúpulas geodésicas de Buckminster Fuller, las ferias ambulantes, los comics, el mecano, la carrera espacial o las películas de ciencia ficción. Los 9 números que publicaron mezclaban el comic y la arquitectura en un collage caótico y divertido que recuerdan las ilustraciones de los Beatles o de Monty Python. Archigram atacaba el conservadurismo de los arquitectos británicos de la época complacientes con su trabajo tras la posguerra. Para el establishment de la época, eran una panda de onanistas que no podrían construir un edificio si les dejaran. Su estilo naïve fue interpretado como una broma que no debía durar. Se equivocaron.
Reproducción de la oficina de Archigram en la exposición “Archigram: Experimental Architecture, 1961-74″, Valladolid 2010.
Querían provocar y con frases como “la comida empaquetada y congelada es más importante que Palladio”, lo lograban.
Archigram eran rebeldes y contradictorios. Mezclaban estabilidad con movilidad, tradición y modernidad. Para ellos, la arquitectura “moderna” de la época no dejaba de ser más de lo mismo: estructuras rígidas, estáticas e impersonales que sometían y alienaban a las personas.
Sus ideas arquitectónicas giraban en torno a una premisa: “las personas son arquitecturas andantes”. Por ello, la arquitectura debía potenciar la capacidad de trasladarse de las personas y adaptarse a sus necesidades cambiantes. Gran parte de sus obras, inviables en aquellos momentos, se inspiran en la carrera espacial: módulos habitables (Living Pod), trajes autosuficientes (Suitaloon), grandes infraestructuras móviles inspiradas en lanzaderas espaciales (Walking City) o ciudades portátiles (Instant City). Para que los usuarios pudieran instalarse y acceder a servicios básicos como electricidad o agua idearon infraestructuras invisibles a las que conectarse (Logplug y Rockplug).

Archigram, concebía la tecnología y su capacidad automatizadora como un medio para liberar a las personas de cargas tediosas. El robot asistente Electronic Tomato, cruzaba las funciones del iRoomba y R2D2, podía encargarse de las tareas del hogar o incluso gestionar una empresa.

En 1963, fueron invitados por el Institute of Contemporary Arts de Londres a montar una exposición. “Living City” fue un manifiesto. “La ciudad como un organismo único”, más que una colección de edificios. Las personas se sirven de la arquitectura para decidir como vivir sus vidas, y no al revés. La arquitectura era un estado efímero, móvil que tomaba el “comportamiento e información eran material bruto con el que diseñar ciudades igual que el acero, cristal u hormigón”. Para ejecutar esta visión idearon sistemas basados en kits, módulos y conexiones que se inspiraban en la prefabricación militar y en la carrera espacial.
A finales de los 60, se unieron formalmente y fundaron Archigram Architects. El motivo era la ejecución de su primer proyecto real. Un gran auditorio subterráneo y multifuncional en la costa de Montecarlo invisible desde el exterior. En 1973, un cambio de gobierno en Mónaco anuló el presupuesto y el proyecto pasó a la historia. En 1974, cerraban la oficina y se dispersaban.
Muchas de sus obras quedaron en bocetos, pero esto no impidió que Archigram se considere uno de los grupos más inspiradores e influyentes de la arquitectura moderna. Rem Koolhaas describió Archigram como uno de los últimos “nuevos movimientos en urbanismo”. La iraquí Zaha Hadid reconoció inspirarse en sus tecnologías modulares.
Hoy se pueden palpar las visiones de Archigram en los móviles, los vehículos conectados, las arquitecturas responsivas, la disponibilidad creciente de servicios y el crecimiento del nomadismo. A pesar de esto, David Greene declaró que sus ideas no habían tenido efecto en la arquitectura británica, y ponía como antiejemplo el Canary Wharf de Londres. Mientras que el uso de las oficinas ha cambiado enormemente, con negocios dirigidos desde la calle o restaurantes por tipos con teléfonos móviles, la construcción de oficinas seguía siendo básicamente lo mismo. Se planteaban como objetos financieros o inversiones más que como construcciones.


HISTORIA DEL ARCHIGRAM
Archigram fue un grupo creado en la década de 1960 —principalmente en la Asociación de Arquitectura de Londres-. Enmarcado en el antidiseño, era futurista, antiheroico y pro-consumista, inspirándose en la tecnología con el fin de crear una nueva realidad que fuese expresada solamente a través de proyectos hipotéticos.
En los comics arquitectónicos, plagados de fantasía, del grupo inglés Archigram se presentaron modelos de ciudades tanto serios como desenfrenadamente divertidos y utópicos, concebidos para una civilización globalizada. La estética de Cabo Cañaveral se unía con el happening y la cultura popular de la vida diaria.
Los principales miembros del grupo fueron: Peter Cook, Jhoana Mayer, Warren Chalk, Ron Herron, Dennis Crompton, Michael Webb y David Greene inventaron el nombre de "Archigram" que sugería mensajes breves, concisos y fáciles de retener, en relación con la arquitectura. Su medio principal era una especie de revista underground, que comenzó a publicarse en lapsos irregulares de tiempo a partir de 1961. Mientras que la revista al principio solo circulaba entre grupos e iniciado, si bien entre ellos pronto se convirtió en toda una institución, el grupo se dio a conocer en la primera exposición conjunta "living city" celebrada en el instituto de arte contemporáneo de Londres en 1963.
En el panfleto Archigram I publicado en 1961 exhibieron sus ideas. Encargados de realizar una infraestructura ligera, con tecnología de punta, enfocada hacia la tecnología de supervivencia, experimentaron con tecnología clip-on, medios desechables, cápsulas espaciales y con la imaginería del consumo masivo. Sus obras ofrecían visiones seductoras de una glamourosa era futura de las máquinas; sin embargo, los temas sociales y ambientales fueron dejados de lado.
Las obras de Archigram basaban su sesgo futurista en la obra del arquitecto italiano Antonio Sant'Elia. Richard Buckminster Fuller fue también una importante fuente de inspiración. Los trabajos de Archigram sirvieron, a su vez, como fuentes de inspiración de trabajos posteriores como el Centro Georges Pompidou, hecho en 1971 por Renzo Piano y Richard Rogers en París, así como la obra de Gianfranco Franchini y Future Systems.
Archigram se convirtió en el protagonista de una nueva filosofía urbana, que sintetizaba el Pop Art contemporáneo con la estética de la ciencia ficción.

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