martes, 10 de diciembre de 2019

Bruno Latour

BRUNO LATOUR- BIOGRAFÍA


Ver las imágenes de origenBruno Latour -- nacido en 1947 en Beaune, en Côte d'Or, Francia --, luego de una cátedra de filosofía, se forma en antropología en Côte d'Ivoire. Durante un largo tiempo enseñó en écoles de ingeniería, en el CNAM (Conservatorio Nacional de Artes y Oficios) en primer lugar, luego en la École de Minas donde se había incorporado al CSI (Centro de sociología de la innovación) en 1982. Profesor en la École de Minas responsable de los cursos "descripción de controversias científicas" (ahora enseñado por Dominica ), y del doctorado "socio- economía de la innovación" (hoy dirigido por Antoine Hennion).
Desde septiembre de 2006, es profesor de las Universidades en Ciencias Po, donde está asociado al Centro de sociología de las organizaciones (CSO). Desde junio de 2007, fue nombrado director adjunto de Ciencias Po, encargado de la política científica y de evaluación.
Su primer libro La vida de laboratorio (1979 para la 1a. edición inglesa; traducido a seis lenguas) describe el funcionamiento cotidiano de un laboratorio californiano utilizando métodos etnográficos. Trabajó a continuación sobre los vínculos entre la revolución de Pasteur y la sociedad francesa del siglo XIX (Los Microbios Guerra y paz, 1984, traducido a cuatro lenguas). Cada vez más interesado por las múltiples conexiones entre la sociología, la historia y la economía de las técnicas publicó un libro de síntesis (Ciencia en acción, Poche, Folio, 1987 para la 1a. edición en inglés; traducido a diez lenguas) y numerosos artículos sobre la innovación técnica. Un estudio de caso sobre un métro automático Aramis o el amor de las técnicas (Premio Roberval 1992, traducido a dos lenguas) le permitió resumir las investigaciones efectuadas durante muchos años sobre la dinámica de las innovaciones y la filosofía de las técnicas que ésta implica. Sus intereses por las cuestiones de gestión y de organización de la investigación se realizan al mismo tiempo que los trabajos de filosofía como Nunca hemos sido modernos (1991, traducido a veinticinco lenguas) y de cultura científica como en Pequeñas lecciones de sociología de las ciencias (La Découverte), traducen a cuatro lenguas).

Publicó París ciudad invisible, un trabajo de teoría sociológica a partir de investigaciones fotográficas (traducido a cuatro lenguas); y Políticas de la naturaleza-cómo hacer entrar las ciencias en democracia (traducido a cuatro lenguas) que hace la síntesis de los trabajos sobre filosofía del medio ambiente. Publicó también una obra sobre la etnografía del Consejo de Estado la fábrica del derecho (traducido a tres lenguas). La esperanza de Pandora, traducido del inglés por Didier Gille, parecida a las ediciones de La Découverte (traducido a cuatro lenguas) hace balance del impacto de los "science studies“ sobre la filosofía de las ciencias. Recientemente publicó en francés Cambiar de sociedad - rehacer de la sociología, que presenta al público francés la sociología de la traducción. La mayoría de las obras inglesas están disponible en Harvard University Press; la mayoría de las obras francesas están en las ediciones La Découverte.
Después de haber sido Representante de la exposición Iconoclash, organizó en 2005 otra exposición, siempre con Peter Weibel, en el ZKM de Karlsruhe La Cosa Pública - Atmósferas de la democracia, dos exposiciones las que fueron objeto de voluminosos catálogos en los departamentos de prensa del MTI, Cambridge, Mass.

http://www.brunolatourenespanol.org/00_biografia.htm

Inscripción

Bruno Latour, junto con Steve Woolgar publicó en 1979 La vida en el laboratorio. La construcción social de los hechos científicos. En esta obra definían la inscripción como todo tipo de referencias a través de la cual una entidad se transforma en un signo, archivo de datos, documento o un simple trozo de papel.
Es decir, es una noción que permite transformar en un signo, o diagrama el propio objeto del conocimiento científico. Así, por ejemplo, un mapa genético es una inscripción generada por todo el instrumental técnico que lo permite.

Traducción

Por traducción entendemos toda la serie de negociaciones, intrigas, actos de persuasión o violencia gracias a los cuales un actor consigue la adhesión de los otros actores. Cabe destacar que este proceso consta de diversas fases .
La primera fase de este proceso consiste en considerar que un actor puede cambiar sus objetivos para adaptarlos al del otro actor. También podemos considerar un cambio de objetivos generales, aunque en esta fase, podríamos considerar la posibilidad de ofrecer la invención de nuevos grupos de actores que hagan más sencilla la construcción de nuevos objetivos. También cabe considerar que podemos reorganizar los intereses y objetivos propios para superar cualquier dificultad en el camino de la investigación, y finalmente, cabe considerar la posibilidad de que se considere como un paso intermedio indispensable en el proceso.
En general, como hemos visto, debemos considerar que el proceso de traducción es un proceso agónico, que no tiene final, que exige un esfuerzo sin fin, y que, por último, no es nunca inalterable.

Simetría

La simetría es el principio según el cual se debe utilizar el mismo conjunto de factores explicativos para dar cuenta de todas las teorías en torno a un mismo hecho científico o tecnológico, tanto los fallidos como los exitosos. Este principio proviene de las teorías de David Bloor que evidencian que mientras el conocimiento es constructivista con la naturaleza, es, por otra parte, realista con la sociedad.
Así pues, se puede añadir que se trataría de dar la misma importancia a los elementos científicos y técnicos que a la propia naturaleza humana traducida en intereses políticos, sociales, psicológicos o de cualquier otra índole.

Caja negra

El término de caja negra proviene de la informática o cibernética; en síntesis, una caja negra es un elemento o conjunto cuyo funcionamiento no tiene importancia en la investigación por ser demasiado complejo. Así pues de este elemento u objeto solo necesitamos saber aquello que podemos definir como sus entradas (input) y sus salidas (output), que serán los elementos importantes en la investigación.
Para Latour, estas cajas negras nos permiten tomar ciertas decisiones que si no consideramos su existencia no podríamos tomar. Nos permiten avanzar accediendo al trabajo de los demás sin cuestionarlo, en lugar de reproducir continuamente ciertas controversias que no tendrían fin.

Actante

El actante incluye a toda persona u objeto que se integra en el análisis de las ciencias sociales en igualdad de condiciones. Es decir, se podría definir como todo aquel objeto o ser que interviene en el proceso de una manera u otra. Este concepto permite englobar a todos aquellos elementos que aún de forma pasiva participan en el proceso.

https://es.wikipedia.org/wiki/Bruno_Latour

ENTREVISTA EL MUNDO

La política está acabada. Más vale que te pongas manos a la obra si quieres que la Tierra sobreviva a la generación de tus hijos. Este es el mensaje, y la consigna: terrestres contra modernos. Bruno Latour, aclamado antropólogo, sociólogo y filósofo francés, ex director del Instituto de Estudios Políticos de París, profesor invitado en la London School of Economics y en las universidades de Harvard y Cambridge, lleva más de 35 años haciéndonos ver que los recursos del planeta no se regeneran y que pronto hará un siglo que hemos sobrepasado la población posible. Año tras año, elección tras elección, cientos de huracanes y terremotos después, tsunamis y populismos, el tiempo le ha ido dando la razón y hasta la casa del más poderoso caudillo de la modernidad y el nacionalismo, la paradoja más estúpida del globo o el presidente Donald Trump, recibe la amenaza de ser devorada por las aguas submarinas.
Ya no es tiempo de dudar, ni tiempo de hacer política, en el nuevo orden pospolítico de chalecos amarillos y revoluciones diarias, el ciudadano ha de retomar su poder para poner rumbo a la Tierra real y aterrizar y replantar sus raíces, porque otro mundo no es posible. Dónde aterrizar, publicado por la editorial Taurus, ofrece una visión apocalíptica pero real, fabulosa pero científica, que desmonta la hipocresía de los poderosos en su desenfrenado escapismo o la negación del cambio climático. Sálvese quien lea.
El profesor Latour (Beaune, junio de 1947) se asoma a mi mesa a través de una pantalla, un micrófono y cierto aspecto despreocupado que no oculta sus orígenes nobles y terrícolas allá en la región del Médoc, donde sus antepasados fueron propietarios y aún se ocupan del primer grand cru del vino Burdeos, Château Latour (dominio hoy del multimillonario François Pinault). ¿De ahí le viene su enraizada preocupación por la Tierra? «Bueno, ese es tu juicio, yo no lo he dicho». ¿Es usted un buen ecologista? «No en el sentido práctico: como carne y pescado, viajo en avión y tengo hábitos de vida no precisamente asépticos. Pero sí soy un pionero en el sentido teórico y filosófico».
¿Y dónde dice que está ese otro mundo al que las élites vuelan?
No vuelan, se escapan. Sería una especie de exageración mezcla de biotecnología, inteligencia artificial, híper modernismo y prospección espacial. Un lugar poshumano donde esconderse sin ser despedazados por los pobres (se ríe).
¿Qué objetivo tiene la negación del cambio climático?
Oculta una estrategia política vacía de fundamento. El fascismo de los años 30 tenía una ideología y un proyecto explícito de transformación, pero nada de ello hay tras las consignas del gran adalid del negacionismo, el ideólogo de Trump, Steve Bannon, que es un intelectual de cuarta categoría. La gran diferencia entre las políticas reaccionarias de entonces y de ahora es que éstas son solo un movimiento de escape para liberar a las élites de cualquier constricción en su camino hacia la hipermodernidad.
Modernos vs. Terrestres, el nuevo binomio en esto que llama la pospolítica que, ¿de qué se nutre?
De la falta de democracia real tanto en la derecha como en la izquierda. La postpolítica no cree en el mundo real, y por tanto abandona sus funciones en manos del populismo nacionalista, que es una abstracción; una utopía que quiere recuperar el pasado, como sucede con el Brexit, que es un sueño trasnochado de regreso al siglo XIX, o el Estado polaco, que pretende volver a su grandeza del siglo XVI.
Sostiene que el gran error político ha sido la disgregación de ecologismo y socialismo, ¿por qué?
Error no, tragedia. Porque la ecología y la justicia social son exactamente lo mismo.
Agradece a los electores americanos haber votado a Donald Trump: «Es una locura, pero es comprensible». ¿¡En qué puede ser eso comprensible!?
Sí, si uno estudia seriamente cuál será la trayectoria del planeta en los próximos 30 años, la certeza del desastre es de tal magnitud que resulta comprensible que algunos se nieguen a creerla. Es como si te dicen que tienes cáncer, bien te sometes a un tratamiento y luchas, bien no te lo crees y te vas de vacaciones al Caribe para aprovechar el tiempo que te queda.
¿Por qué dice que el cambio climático es responsable de la brutal desigualdad social?
No hay una prueba concluyente que lo corrobore, pero sí mil pequeños indicios, como la coincidencia en el tiempo de la desregularización y el ascenso imparable de la desigualdad en los años 80 de Reagan.
¿Y por qué dice que la migración hoy es completamente diferente a la que vivieron nuestros padres?
Primero porque es masiva, segundo porque se debe al cambio climático y tercero, porque la gente emigra al quedarse sin tierra bajo los pies, sin tierra donde vivir.
Un ardid recurrente de los negacionistas es aludir al precedente de la glaciación. ¿Es tal el precedente?
¡Cómo va a serlo si se dio antes de que la Humanidad existiera! En la Historia ha habido pequeño cambios climáticos, sí, pero el que hoy sufrimos no tiene precedente alguno: los humanos están transformando la Tierra en un desierto.
Dice que es necesario recuperar las culturas milenarias que no fueron modernizadas, pero ¿dónde están?
Hay más de 250 millones de seres humanos aborígenes a los que la modernización ha intentado aniquilar pero no lo ha conseguido. Claro que nosotros somos nueve billones, no cabríamos en sus tierras.
¿Es algo así como regresar a la simplicidad?
No, no, esto no es nada simple, el modelo terrestre para recuperar el futuro del planeta es de gran complejidad.
¿Cree que el ser humano será capaz aún de volver a enraizarse en la Tierra, de 'recuperarla'?
Sí, mira Europa, por ejemplo. Aquí hemos conservado la familia, los paisajes, las ciudades, los árboles... Consiste en cultivar y extender estos valores. Y sí, estamos volviendo, el hombre hoy busca sus raíces por todas partes.
¿La Europa comunitaria como modelo de esperanza?
Sí, esa es mi opinión. Fíjate en el Brexit, el gran sueño de identidad de la Gran Bretaña: han tenido que pasar dos años para que los británicos se den cuenta de que sin Europa perderán su calidad de vida y su potencial económico, y crearán aún más desigualdad social. Los populismos identitarios no conducen a ningún lugar, son un camino equivocado de subsistencia.
Así que quiere aterrizar en Europa, la gran responsable de la mundialización, la usurpación, el colonialismo... ¿Paradoja o sinsentido?
Europa es mi hogar. No se trata de descubrir un nuevo mundo, como los españoles hicisteis en América, sino de encontrar tierra bajo nuestros pies. Y eso es lo que están haciendo los ecologistas y los millones de jóvenes que practican una nueva forma de vida, de alimentación, de comportamiento: un reasentamiento. Porque la modernidad está acabada y lo único que quieren los políticos es devolvernos al pasado.
https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2019/02/19/5c653bb6fc6c8374038b45dc.html

PRINCIPALES OBRAS


La vida en el laboratorio

Ver las imágenes de origenLuego de esfuerzos tempranos, Latour cambió sus intereses de investigación para enfocarse en los científicos de laboratorio. En 1979, publicó La vida en el laboratorio: la construcción social de los hechos científicos, en co-autoría con Steve Woolgar.​ En el libro, los autores emprenden un estudio etnográfico de un laboratorio de investigación en neuroendocrinología en el Instituto Salk. El trabajo argumenta que las descripciones ingenuas del método científico, donde las teorías son contrastadas por un único experimento, es inconsistente con la práctica de laboratorio real.
En el laboratorio, Latour y Woolgar observaron que un experimento típico produce sólo datos no concluyentes, que son atribuidos a menudo a fallas de los aparatos o del método experimental. Gran parte de la formación científica implica, de este modo, aprender a tomar decisiones subjetivas respecto a qué datos conservar y qué datos eliminar. Latour y Woolgar argumentan que, para observadores no entrenados, el proceso entero se parece menos a una búsqueda incontaminada de verdad y exactitud, que a un mecanismo para ignorar todo dato que contradiga la ortodoxia científica.
El libro produjo una imagen altamente heterodoxa y polémica de las ciencias. Basados en el trabajo de Gaston Bachelard, adelantan la idea de que los objetos de estudio científico son socialmente construidos dentro del laboratorio—no pueden ser atribuidos a una existencia exterior a los instrumentos que los miden y las mentes que les interpretan— . Ven la actividad científica como un sistema de creencias, tradiciones orales y prácticas culturales concretas. En síntesis, la ciencia es reconstruida no como un procedimiento o un conjunto de principios, sino como una cultura.
El libro de Latour Ciencia en acción: Cómo seguir los científicos y los Ingenieros a través de la sociedad (1987), es otro texto clave de sociología del conocimiento científico. Allí escribió su Segundo Principio: "los científicos y los ingenieros hablan en nombre de nuevos aliados que han reclutado y moldeado; son, entonces, representantes de otros representantes que añaden recursos inesperados para inclinar a su favor el equilibrio de fuerzas"

Nunca fuimos modernos

El trabajo de Latour Nous n'avons jamais été modernes: Essais d'anthropologie symétrique fue publicado en francés en 1991. Pronto sería traducido a numerosos idiomas, incluyendo el español, como Nunca fuimos modernos.
Ver las imágenes de origenEn el libro, Latour anima al lector de esta antropología de la ciencia a re-pensar y re-evaluar su paisaje mental. Latour argumenta que la sociedad nunca ha sido realmente moderna. Ve al modernismo como una era que creyó haber anulado el pasado entero tras su despertar.​ Presenta la reacción anti-moderna como una defensa de entidades anteriores como el espíritu, racionalidad, libertad, sociedad, Dios, o incluso el pasado.​ Los posmodernos, según Latour, también aceptan las abstracciones modernas como si fuesen reales.​ En contraste, la aproximación no-moderna restablece la simetría entre ciencia y tecnología por un lado, y sociedad por el otro.​ Latour también se refiere a la imposibilidad de regresar a lo pre-moderno, ya que impide la experimentación en gran escala que fue un beneficio del modernismo.
Latour intenta probar a través de estudios de caso la falacia entre las oposiciones modernas de objeto/sujeto y sociedad/naturaleza, las cuales pueden ser remontadas a Platón.​ Rechaza el concepto de "allí" versus "aquí". Sentenció la distinción objeto/sujeto como sencillamente inutilizable y propuso una aproximación nueva hacia el conocimiento. Latour considera que los no-modernos juegan en un campo diferente. Lo refiere como un campo más ancho y menos polémico, creación de un territorio desconocido, al cual se refiere jovialmente como el Reino Medio.

Reensamblar lo social: una introducción a la teoría del actor-red

En el 2005, Bruno Latour publicó Reassembling the Social. An introduction to Actor-Network-Theory,​ que sería traducido tres años más tarde al español con el título de Reensamblar lo social: una introducción a la teoría del actor-red.​ En este libro Latour busca introducir de una manera sistemática a los principios fundamentales de la teoría social alternativa conocida como Teoría del Actor Red, presentando a lo largo de su obra las principales consideraciones y fundamentos de esta teoría, en cuyas principales características está el comprender la conformación de "lo social" como algo no preestablecido, algo en movimiento constante y cuyo estudio implica un minucioso rastreo que involucra la participación activa de agentes humanos y no humanos (objetos, ideas, discursos, etcétera).
En Reensamblar lo social, Latour continúa una re-evaluación de su obra, desarrollando lo que él llama una "metafísica práctica", que implica el reconocer la capacidad de agencia presente en toda clase de agentes, incluso en los no humanos, es así que si alguien dice: "me inspiró Dios para ser caritativo con mis vecinos" se estaría obligado a reconocer el "peso ontológico" de su afirmación, en lugar de intentar reemplazar su creencia en la presencia de Dios con "cuestiones sociales pre-asumidas", como la clase, el género, el imperialismo, etcétera.
Los muchos matices de la metafísica de Latour exigen la existencia de una pluralidad de mundos y la voluntad del investigador de cartografiar estos mundos cada vez más, argumentando que los investigadores de lo social deben renunciar a la esperanza de colocar a sus actores en una estructura o marco, algo que la mayoría de los “sociólogos tradicionales” ven como una desventaja, mas Bruno Latour cree que es un sacrificio necesario en la realización de sus estudios para la obtención de mayores beneficios; es por ello que presenta dogmáticamente a su libro como una guía con soluciones prácticas para ayudar al lector en este cambio de paradigma, que implica abordar de manera distinta, mucho menos lineal a los estudios de las ciencias sociales.

Modos de existencia

En el 2012 Latour publicó Investigación sobre los modos de existencia. Una antropología de los modernos,​ en el cual desplegó algunas ideas que venía madurando desde hace algunos años. Allí propone una descripción positiva de los modernos en contraste con el Nunca fuimos modernos, que parecía limitarse a negar la distinción naturaleza y sociedad. Latour invita al lector a compartir una investigación que reconoce una ontología múltiple, fuertemente influida por el pensamiento de Etienne Sourieau y Alfred North Whitehead. Justamente ambos autores venían siendo trabajados por Isabelle Stengers y su libro se beneficia de muchos de los desarrollos de la pensadora belga. También se evidencia la influencia de los trabajos del brasileño Eduardo Viveiros de Castro.
La primera naturaleza, bifurcada por los modernos, según el análisis de Whitehead, es reconsiderada como una amalgama entre dos modos de existencia: la de reproducción, propias de las líneas (seres inanimados) y linajes (seres vivos). La economía, esa especie de segunda naturaleza, a su vez es comprendida como una combinación de tres modos distintos de existencia: la de los seres apasionados, la de la organización (scripts) y la de la valorización, asociada a la vinculación entre medios y fines y la búsqueda de óptimos (moral) . Los modos de existencia son descripciones empíricas de criterios de veridicción específicos, que instauran seres con ontologías identificables, trayectorias, continuidades y hiatus.
La condición de red pasa a ser un metalenguaje de la investigación. Los modos de existencia permiten multiplicar los seres, pasando más allá de la dicotomía humano-no humano, incorporando por ejemplos seres ficcionales, el modo de ser religioso, político, moral, del derecho, separar la técnica de la ciencia y reconocer ámbitos específicos en la vida colectiva, con ciertas reglas productivas propias. La condición de cuasi-objeto y cuasi-sujeto es diversificada en modos de existencia. La Teoría de Actor Red cobra así una dimensión ontológica múltiple, de ruptura con la metafísica occidental y con las nostalgias de un monismo ontológico.

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