viernes, 6 de diciembre de 2019

André Bretón Surrealismo

BIOGRAFÍA - ANDRÉ BRETÓN

(Tinchebray, Francia, 1896 - París, 1966) Escritor francés. Participó durante tres años en el movimiento dadaísta, al tiempo que investigaba el automatismo psíquico a partir de las teorías de Jean-Martin Charcot y Sigmund Freud sobre el inconsciente, que había descubierto durante sus estudios de medicina. Por último, en 1924, rompió con Tristan Tzara, acusándole de conservadurismo, y escribió el texto fundacional de un nuevo movimiento, el Manifiesto del surrealismo.

André Breton
Con una prosa casi poética y un estilo emotivo y exaltado, postulaba la existencia de una realidad superior a la que sería posible acceder poniendo en contacto dos mundos, la vigilia y el sueño, que tradicionalmente se habían mantenido separados. Reivindicaba la liberación del mundo del subconsciente y con ello una nueva forma de pensar que terminara con la dictadura exclusiva de la lógica y la moral.
El nuevo grupo surrealista nació con un fuerte componente sectario, promovido en gran parte por el propio Breton, quien desde la «ortodoxia» surrealista denunció numerosas «desviaciones», la menor de las cuales no fue, sin embargo, su propio intento de politizar el movimiento a raíz de su afiliación al Partido Comunista (1927). El Segundo Manifiesto surrealista (1930) responde a la voluntad de insertar el surrealismo en unas coordenadas políticas y revolucionarias, lo que provocó grandes disensiones en el grupo.
Sin embargo, en 1935, Breton rompió con el Partido Comunista y viajó a México, donde su relación con Trotski le llevó a redactar un tercer manifiesto en 1941. Entre sus obras destaca la novela Nadja (1928), a la que siguieron otras, como La inmaculada concepción (1930) o Los vasos comunicantes (1932). En 1946 regresó a su país y fundó nuevas revistas surrealistas, al tiempo que mostraba su oposición al realismo imperante en literatura y en especial a Albert Camus.

Creación del surrealismo
Sus lecturas de Freud influenciaron tanto su pensamiento que se ve reflejado en sus escritos base del surrealismo. Por ejemplo, comenzó a practicar la escritura automática, una propuesta del padre del psicoanálisis respecto a escribir en forma libre de temas estéticos, morales y racionales.

En 1924 se dio a conocer el Manifiesto Surrealista, el texto que dio origen a esta forma de pensamiento como corriente literaria y artística. Uno de sus principales postulados es ejercer el libre pensamiento expresado a través de manifestaciones artísticas, que no preocupe el intelecto sino todo lo que no se razona y que existe en las personas.

“Queda la locura, la locura que solemos recluir, como muy bien se ha dicho. Esta locura o la otra... Todos sabemos que los locos son internados en méritos de un reducido número de actos reprobables, y que, en la ausencia de estos actos, su libertad (y la parte visible de su libertad) no sería puesta en tela de juicio. Estoy plenamente dispuesto a reconocer que los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido que ésta le induce quebrantar ciertas reglas, reglas cuya transgresión define la calidad de loco, lo cual todo ser humano ha de procurar saber por su propio bien.”
Fragmento del Manifiesto Surrealista
Así creó André Breton el surrealismo 3
Características del Surrealismo
-Lo principal es el libre pensamiento y la expresión del subconsciente.
-Evita los patrones establecidos por el orden y la moral de principios del siglo XX, cuando surgió este movimiento.
-Busca hacer frente al racionalismo y materialismo.
-Tiene gran influencia de las teorías psicoanalíticas de Freud respecto a impulsar la creatividad de los humanos con base en el subconsciente y los sueños.
Así creó André Breton el surrealismo 4
Obra de Leonora Carrington

-Propone que hay una realidad superior a la realidad impuesta por la sociedad, más allá de los límites de la imaginación y la tradición lógica.
-Le da valor a la fantasía, a la reacción automática y a los impulsos artísticos que plasman “lo que viene a la mente”.
-Lo abstracto era primordial en las expresiones artísticas que se consideraran surrealistas, basados en que lo que hay en la mente no siempre guarda una relación con el mundo que vemos llanamente.

Manifiesto surrealista por André Breton

Para poder entender mejor el movimiento surrealista es importante que hagamos referencia al texto que reúne los principios de esta corriente artística. El Manifiesto Surrealista de André Breton fue el "corpus" estético y metodológico de este movimiento. El primero de ellos se publicó en el 1924 y, en él, nos encontramos con la ideología de la corriente donde el artista apuesta por un crear un arte libre de las ataduras de la mente.
Durante los años siguientes, Breton siguió creando nuevos manifiestos que lanzaban las claves y la metodología que se debía seguir a la hora de crear una obra surrealista. En el 1925 apareció la revista "El surrealismo al servicio del a Revolución" donde el autor se vinculaba con los movimientos revolucionarios y, por tanto, políticos del momento. Esto creó una ruptura entre los artistas vinculados a la corriente e hizo que muchos empezaran a estar desacuerdo con Breton.
En el 1929 aparece el Segundo Manifiesto Surrealista que también fue redactado por André Breton. Los afines a esta corriente artística tuvieron sus discrepancias políticas, sobre todo, a partir de este segundo manifiesto en el que Breton unificaba el Surrealismo con los movimientos marxistas.
SINOPSIS LIBRO EL ARTE MÁGICO
«La magia es vista como una capacidad innata de la humanidad que siempre vuelve a emerger, especialmente tras largos períodos de racionalismo, y que ni la religión, ni la ciencia ni la política consiguen erradicar jamás.»

Nadia Choucha, Surrealism and the Occult

Durante años, El arte mágico de André Breton fue un auténtico libro de culto, objeto de deseo de los bibliófilos parisinos. Publicado en 1957 por el Club Français du Livre en una tirada limitada, a ojos de su autor representaba el anhelo de toda una vida: nada menos que una historia universal del arte, desde sus orígenes prehistóricos hasta nuestro tiempo, acompañada de una iconografía irreprochable, de la que estaba convencido que sería uno de sus mensajes más duraderos. La particularidad de esta historia, cuyas notas y documentos visuales había ido acumulando a lo largo de los años, es la de estar contada con las premisas del surrealismo. Por sus páginas desfilan: el Bosco, Brueghel, Uccello, Durero, Grünewald, Altdorfer, Holbein, Arcimboldo, Caron, Desiderio, Blake, Füssli, Goya, Friedrich, Böcklin, Gauguin, Gustave Moreau, Rousseau, De Chirico..., sin olvidar el arte religioso de las más diversas épocas y culturas del mundo. Toda esta fabulosa corriente visual, compuesta por más de doscientas reproducciones de gran calidad, constituye el último sueño de Breton.
El volumen se cierra con una interesante e insólita sección de ciento cincuenta páginas sobre el valor y la significación de lo mágico en nuestra época, en forma de encuesta realizada a personajes de la talla de Martin Heidegger, Octavio Paz, René Magritte, Georges Bataille, Claude Lévi-Strauss, Julien Gracq, Benjamin Péret, Pierre Klossowski, Roger Caillois, Juan Eduardo Cirlot, Leonora Carrington, Julius Evola, Maurice Blanchot, René Nelli...


Una de las figuras más representativas de las grandes pulsiones artísticas y literarias del primer tercio del siglo xx es sin duda André Breton (1896-1966). Breton creía que el ser humano es como un animal encerrado en una jaula, dando vueltas y vueltas sobre sí mismo, y asumió una suerte de pasión amorosa por la pureza salvaje, por la desnudez original, donde la vida vuelve a ser lo que era, realidad viviente, no una mera exterioridad cuantificable sin sustancia ni contenido. Y pensó que esto sólo puede cumplirse si la potencia del deseo nos conduce a las raíces más profundas y auténticas de la Imaginación. De ahí que terminara proclamando que «solamente es bello lo maravilloso», como da buena muestra el río de imágenes que seleccionó tan cuidadosamente para este libro.

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